Lenovo Legion Go S: Mis impresiones tras semanas de uso
Han sido unas semanas interesantes en mi estudio. Sobre mi mesa descansa la Lenovo Legion Go S Steam Edition, y debo confesar que mi fiel Steam Deck ha estado acumulando un poco de polvo. Cuando me llega un nuevo dispositivo, me gusta sumergirme por completo, vivir con él, entender sus manías y descubrir sus sorpresas. Y vaya si la Lenovo Legion Go S me ha dado de qué hablar.
A menudo me preguntan, sobre todo cuando se acercan fechas como el Día del Niño, "Busco un regalo increíble para alguien que ama los videojuegos, ¿qué me recomiendas?". Mi respuesta, hasta ahora, solía depender de muchos factores. Hoy, después de exprimir esta consola, tengo un nuevo candidato que se ha ganado un puesto de honor en mi lista de recomendaciones personales. Y te voy a contar exactamente por qué.
El Alivio de Dejar Atrás a Windows
He probado prácticamente todas las PC portátiles que han salido al mercado, y mi relación con ellas siempre ha tenido un obstáculo en común: Windows. Me encanta en mi PC de escritorio, pero usarlo en una pantalla de mano ha sido una fuente constante de pequeños fastidios. Iconos que no atino a pulsar, teclados en pantalla que aparecen cuando no deben, y esa sensación de estar usando una herramienta de trabajo para algo que debería ser puro placer.
Mi primera hora con la Legion Go S fue reveladora. Encenderla y ser recibido por la interfaz limpia y directa de SteamOS fue como quitarme un peso de encima. No hay escritorio, no hay menús contextuales confusos. Solo mis juegos. Pude descargar Hades, iniciar una partida, suspender la consola para ir a prepararme un café y, al volver, pulsar un botón y estar de vuelta en la acción en menos de tres segundos. Esa fluidez, esa inmediatez, es algo que he anhelado en un dispositivo de PC portátil que no fuera de Valve. Es la experiencia "tomar y jugar" que la hace perfecta no solo para veteranos como yo, sino para cualquiera que reciba esto como su primer portal al mundo del PC gaming. No hay fricción, solo diversión.
La Pantalla que Engañó a Mis Ojos
Voy a ser completamente sincero. Cuando leí que la pantalla era "solo" un panel IPS, sentí una punzada de escepticismo. Vivimos en la era del OLED, y mis expectativas eran moderadas. Entonces, la encendí. Arranqué Ori and the Will of the Wisps, un juego que es un espectáculo de luz y color, y me quedé boquiabierto. Los colores eran tan vibrantes y los negros tan profundos que tuve que revisar la ficha técnica dos veces. Es, sin la menor duda, el mejor panel IPS que he tenido el placer de ver en un dispositivo portátil.
La resolución de 1080p y los 120 Hz no son solo números en un papel. En juegos como Dead Cells, el movimiento a 120 fotogrammas por segundo es una delicia visual, una fluidez que se siente en los dedos. Para títulos más exigentes, como Cyberpunk 2077, encontré mi punto dulce bajando la resolución a 800p. Y aquí viene la magia: gracias a la calidad y densidad de píxeles del panel, incluso a 800p, el juego se veía notablemente más nítido que en la pantalla nativa de la Steam Deck. Tener esa pantalla de 1080p no te obliga a usarla siempre, pero eleva la calidad de todo lo que muestras en ella. Fue como pasar de ver una película en DVD a verla en Blu-ray.
Mi Experiencia con la Batería: Del Avión al Sofá
Una de mis mayores pruebas de fuego para un dispositivo portátil es un viaje. Me llevé la Lenovo Legion Go S en un vuelo de fin de semana. Durante el trayecto, ajusté el TDP (la potencia del procesador) a unos 10W y me sumergí en el mundo de Dave the Diver. Pude jugar durante unas dos horas y media largas sin que la batería se quejara, y la consola se mantuvo fresca y silenciosa. Fue la compañera de viaje perfecta.
Ya en el hotel por la noche, la enchufé a la corriente, deslicé la barra de TDP al máximo y la puse a prueba con algo más bruto. El rendimiento fue fantástico, pero los ventiladores empezaron a soplar con fuerza y la batería se habría agotado en poco más de una hora. Lo que sentí fue que tenía el control total. Yo decidía si quería una máquina de maratón silenciosa o un monstruo de rendimiento para sesiones cortas. Esa versatilidad es lo que realmente me ganó.
El Tacto, el Peso y un Pequeño Traspié
Al sacarla de la caja, lo primero que noté fue la calidad de construcción. Se siente sólida, premium. Los agarres curvos se amoldan perfectamente a mis manos y los joysticks con efecto Hall me dan la tranquilidad de que no sufriré el temido "drift" en unos meses. Pero esta solidez tiene un precio: el peso. No te voy a engañar, se nota más pesada que la Deck. Después de una sesión de una hora jugando tumbado en la cama, empecé a sentir la fatiga en los brazos. Es algo a tener en cuenta, el peaje a pagar por una pantalla más grande y una construcción más robusta.
Y si hay un área donde sentí que Lenovo podría haberlo hecho mejor, es en el sonido. Los altavoces son simplemente funcionales. Cumplen su cometido, pero carecen de graves y de la riqueza que la increíble pantalla merecería. ¿Fue un problema para mí? No realmente. El 90% del tiempo juego con mis auriculares para sumergirme por completo, y en cuanto los conecté, el problema desapareció. Pero es mi deber decírtelo.
Mi Veredicto Personal: ¿Para Quién Es Realmente?
Después de estas semanas, mi conclusión es clara. La Lenovo Legion Go S no es para todos, pero para un tipo de jugador específico, es casi perfecta.
Si eres como yo, si amas la simplicidad y el ecosistema de la Steam Deck pero siempre has deseado en secreto una pantalla muy superior y un poco más de potencia para esos juegos indie que se le atragantan, esta es la máquina que estabas esperando. Es, en esencia, la "Steam Deck Pro" que muchos queríamos.
Y volviendo a esa pregunta sobre el regalo ideal para el Día del Niño. Si quieres iniciar a alguien en el espectacular universo del PC Gaming, no se me ocurre una forma mejor. Le estás dando una máquina potente, con acceso a miles de juegos, pero con la simplicidad de una consola. Es un regalo que no abruma, sino que invita a explorar. Es, sinceramente, una compra con la que te aseguro que acertarás.
Ahora te toca a ti: ¡Conversemos!
Esa ha sido mi aventura con la Lenovo Legion Go S. Una experiencia con luces brillantes y algunas sombras, pero abrumadoramente positiva. Ahora me interesa tu historia. ¿Qué buscas en una consola portátil? ¿La potencia bruta, la duración de la batería, la calidad de la pantalla? Cuéntame tu opinión en los comentarios, ¡me encantará leerte y debatir!